Por: Julieta Camacho Granados.
El Cabildo de Atizapán de Zaragoza realizó su última sesión el 18 de diciembre de 2012, a la cual tuve oportunidad de acudir…pero, ¡qué mal sabor de boca! No puedo calificar a dicho Cabildo de otra forma más que P-É-S-I-M-O y N-E-F-A-S-T-O; admito que tal vez soy injusta al generalizar, pero esa es mi impresión (la cual comparte mucha gente).
En dicha sesión se eligió al Defensor de Derechos Humanos, y dicho tema es un ejemplo para hacer mi reflexión “planchadora”: el Ayuntamiento emitió una Convocatoria abierta para que los ciudadanos pudieran postular a dicho cargo, posterior a ello la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) seleccionó una terna para que el Cabildo decidiera quién era el mejor candidato para ocupar la titularidad y en la sesión los participantes presentaron su respectiva propuesta de trabajo; hasta ahí todo bien, LO MALO es que al momento de elegir al Titular, el Presidente Municipal invitó al resto de los integrantes del Cabildo a “deliberar” a la sala adjunta de la Secretaría...¿¿¿QUÉ QUÉ???, sí, así las cosas, imposible pero cierto; una vez que “deliberaron” el Presidente informó que el Cabildo consideró que la mejor propuesta era Cecilia Ivonne López Rangel y por lo tanto sometió a consideración del Cabildo la propuesta de Acuerdo mediante el cual se designa a la mencionada para ocupar el cargo de Defensora de Derechos Humanos de Atizapán de Zaragoza, ¿el resultado?: aprobado por UNANIMIDAD.
Que quede claro que no objeto la persona de la ahora Ombudsman municipal, pero sí la forma en que se realizó el procedimiento, pues, de acuerdo con la fracción II del Artículo 2 del Reglamento de Cabildo, un Acuerdo es “la decisión del Ayuntamiento en sesión de cabildo, relativa a los asuntos de su competencia, o al consenso logrado en una reunión de trabajo de Comisiones”; en primer lugar, eso de que el Cabildo se salga para “deliberar” ES UNA CANALLADA que lo único que denota es la FALTA de TRANSPARENCIA en el Cabildo y un EXCESO DE CINISMO; en segundo lugar, en estricto sentido, ese acuerdo (y muchos otros que siguieron el mismo procedimiento) son ILEGALES al no dar cumplimiento al Reglamento mencionado por que al momento de salirse incumplen con la sesión y nunca se hicieron reuniones previas en Comisiones.
Esos flamantes consensos que permiten la aprobación de Acuerdos en el orden municipal NO SON de ninguna manera muestra de la gran capacidad negociadora democrática de la mayoría, ¿qué hay de por medio?, ¿cuál es el interés real para que ningún integrante de Cabildo se oponga a las decisiones? (caso especial merece el primer síndico Carlos Alberto Román Marín, quien abandonó la sesión antes que ésta iniciara la discusión de cualquier punto de acuerdo, argumentando la falta de transparencia e información suficiente para el debate de los asuntos públicos así como la ineficacia reiterada del actuar de la administración feneciente).
¿Dónde queda la “oposición”? Qué triste darse cuenta que los Regidores son cómplices de las decisiones que afectan a los Atizapenses y qué lamentable es ver que los Regidores de “oposición” no cumplen en absoluto esa función crítica y observadora que toda persona que se jacte de ser de izquierda debe tener (sí, lo digo por la Regidora del PRD y el Regidor del PT que también aprobaron la designación de López Rangel como Ombudsman municipal).
En fin, así las cosas, las sesiones de Cabildo son una simulación para legitimar acuerdos que ya están tomados desde antes, donde la oposición es nula y donde queda evidentemente claro que el Cabildo de Atizapán de Zaragoza es ESPECIALISTA EN EL CÍNICO “PLANCHADO” DE ACUERDOS.