-Roberto Ruiz debería conectar su cerebro con su lengua antes de hablar
-Los policías corren cuando encuentran unidades sospechosas, en lugar de enfrentarlas
-Qué pasa con las balaceras en las unidades habitaciones, en donde está la seguridad
Por Héctor Moreno
No cabe la menor duda de que el presidente municipal de Coacalco, Roberto Ruiz Moronatti, sufre “distrimia cerebral” enfermedad producida por un mal funcionamiento de células cerebrales, que provoca lagunas mentales y la pérdida de memoria suele ser progresiva, lo anterior porque durante la pasada ceremonia de la tercera generación de cadetes del Instituto de Capacitación y Profesionalización Policial (ICAPP), reconoció que los índices delictivos han ido a la baja y no como sucedía hace dos años, que ahora los policías ya no están en la Avenida López Portillo atracando a los conductores, sino que ahora están cuidando a la población, les preguntamos a los coacalquenses ¿Usted le cree?.
Si mencionamos que efectivamente ya no se ven policías en avenidas principales, pero ahora lo hacen dentro de las colonias, ahí donde dicen constantemente que detienen bandas y demás delincuentes –fabricados-, porque la realidad es otra, un cadete del cual se omite su nombre, platicaba que hace unos días transitando de noche por una de las calles del municipio vieron una camioneta, pero su sorpresa fue mayor cuando se dieron cuenta que eran integrantes de “La Familia”, que solamente bajaron los vidrios de la unidad y enseñaron las armas largas, por lo que para evitar cualquier situación prefirieron emprender la huida.
Esos son los nuevos policías con que se cuenta en Coacalco, que cuando interceptan a los verdaderos delincuentes “ponen tierra de por medio” para no morir acribillados por la delincuencia, esa, de la cual el presidente en este evento se vanaglorió tanto.
Los índices delictivos en realidad no han ido a la baja, más bien lo han mantenido callado para que la población piense lo contrario, si no, que nos expliquen que paso hace unos días en la Unidad Habitacional San Rafael, en donde los vecinos prefieren callar, ya que hubo una balacera al interior de uno de los departamentos durante la madrugada, y una persona muerta, lugar que hasta hoy sigue acordonada y con vigilancia municipal en las afueras del departamento.
Eso no se dio a conocer, pero mientras, los vecinos viven con zozobra, ya que indican la vigilancia es nula, los policías tienen poca presencia en esa zona, y de noche no se puede salir por temor a la delincuencia que se asiente y atraca a los transeúntes.
Entonces, de que se afana el presidente municipal Roberto Ruiz Moronatti, cuando asegura que se ha avanzado en relación a hace dos años, y que según datos indican que al menos en Coacalco se cuenta con 600 elementos policíacos para resguardar a 360 mil habitantes, el doble de lo que marca la media nacional.
Más aún cuando asegura que en la administración que preside se han invertido 127 millones de pesos para el rubro de Seguridad Pública, pero son recursos del Ayuntamiento, o los que envía la federación.
No puede decir que se puede sentir orgulloso de que los límites de la delincuencia han ido a la baja, que salga a la calle sin guaruras ni vigilantes, como vil ciudadano, para que se de cuenta de la realidad de los coacalquenses, y no, lo que su pobre cabecita mueve junto son su lengua cuando envía mensajes inoportunos, que ponen en entredicho su actuar como alcalde de Coacalco.
Y para concluir, les diremos que quien aún no entiende su posición y cargo, es el titular del Instituto de Capacitación y Profesionalización Policial (ICAPP), Fabricio Hernández Maldonado, que se pasó durante su mensaje halagando a su presidente, y solo faltó que se pusiera de tapete cuando llegó el alcalde, que por cierto se olvida de la categoría de sus invitados y llega siempre tarde, como lo fue en esta ocasión con la Maestra en Derecho, Rocío Alonso Ríos quien es Coordinadora General de Profesionalización de la ASE, quien abordó al lugar del evento a la hora invitada y el alcalde por lo menos media hora después.
-Los policías corren cuando encuentran unidades sospechosas, en lugar de enfrentarlas
-Qué pasa con las balaceras en las unidades habitaciones, en donde está la seguridad
Por Héctor Moreno
No cabe la menor duda de que el presidente municipal de Coacalco, Roberto Ruiz Moronatti, sufre “distrimia cerebral” enfermedad producida por un mal funcionamiento de células cerebrales, que provoca lagunas mentales y la pérdida de memoria suele ser progresiva, lo anterior porque durante la pasada ceremonia de la tercera generación de cadetes del Instituto de Capacitación y Profesionalización Policial (ICAPP), reconoció que los índices delictivos han ido a la baja y no como sucedía hace dos años, que ahora los policías ya no están en la Avenida López Portillo atracando a los conductores, sino que ahora están cuidando a la población, les preguntamos a los coacalquenses ¿Usted le cree?.
Si mencionamos que efectivamente ya no se ven policías en avenidas principales, pero ahora lo hacen dentro de las colonias, ahí donde dicen constantemente que detienen bandas y demás delincuentes –fabricados-, porque la realidad es otra, un cadete del cual se omite su nombre, platicaba que hace unos días transitando de noche por una de las calles del municipio vieron una camioneta, pero su sorpresa fue mayor cuando se dieron cuenta que eran integrantes de “La Familia”, que solamente bajaron los vidrios de la unidad y enseñaron las armas largas, por lo que para evitar cualquier situación prefirieron emprender la huida.
Esos son los nuevos policías con que se cuenta en Coacalco, que cuando interceptan a los verdaderos delincuentes “ponen tierra de por medio” para no morir acribillados por la delincuencia, esa, de la cual el presidente en este evento se vanaglorió tanto.
Los índices delictivos en realidad no han ido a la baja, más bien lo han mantenido callado para que la población piense lo contrario, si no, que nos expliquen que paso hace unos días en la Unidad Habitacional San Rafael, en donde los vecinos prefieren callar, ya que hubo una balacera al interior de uno de los departamentos durante la madrugada, y una persona muerta, lugar que hasta hoy sigue acordonada y con vigilancia municipal en las afueras del departamento.
Eso no se dio a conocer, pero mientras, los vecinos viven con zozobra, ya que indican la vigilancia es nula, los policías tienen poca presencia en esa zona, y de noche no se puede salir por temor a la delincuencia que se asiente y atraca a los transeúntes.
Entonces, de que se afana el presidente municipal Roberto Ruiz Moronatti, cuando asegura que se ha avanzado en relación a hace dos años, y que según datos indican que al menos en Coacalco se cuenta con 600 elementos policíacos para resguardar a 360 mil habitantes, el doble de lo que marca la media nacional.
Más aún cuando asegura que en la administración que preside se han invertido 127 millones de pesos para el rubro de Seguridad Pública, pero son recursos del Ayuntamiento, o los que envía la federación.
No puede decir que se puede sentir orgulloso de que los límites de la delincuencia han ido a la baja, que salga a la calle sin guaruras ni vigilantes, como vil ciudadano, para que se de cuenta de la realidad de los coacalquenses, y no, lo que su pobre cabecita mueve junto son su lengua cuando envía mensajes inoportunos, que ponen en entredicho su actuar como alcalde de Coacalco.
Y para concluir, les diremos que quien aún no entiende su posición y cargo, es el titular del Instituto de Capacitación y Profesionalización Policial (ICAPP), Fabricio Hernández Maldonado, que se pasó durante su mensaje halagando a su presidente, y solo faltó que se pusiera de tapete cuando llegó el alcalde, que por cierto se olvida de la categoría de sus invitados y llega siempre tarde, como lo fue en esta ocasión con la Maestra en Derecho, Rocío Alonso Ríos quien es Coordinadora General de Profesionalización de la ASE, quien abordó al lugar del evento a la hora invitada y el alcalde por lo menos media hora después.
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