VALLE DE MEXICO.- Muchos fueron los alcaldes y diputados locales que solicitaron licencia y renuncian a sus cargos para inscribirse en otro proceso electoral, como lo es ocupar una curul como diputados federales.
En Cuautitlán Izcalli Alejandra del Moral, en Teoloyucan Roberto Licéaga, Roberto Ruiz Moronatti en Coacalco, Marco Antonio Calzada Arroyo por Tultitlán, Edgar Cesareo Navarro Sánchez de Nezahualcóyotl.
Así como José Sergio Manzur Quiroga, José Isidro Moreno Árcega, Cristina Ruiz Sandoval, incluso a Irazema González de Naucalpan, Aurora Denisse Ugalde Alegría de Tlalnepantla por mencionar algunos, mismos que realizaron ya su registro ante el Revolucionario Institucional.
Falta por definir si continuaran más alcaldes renunciando a sus cargos para registrarse como diputados locales, y en ese sentido sería ilógico y falto de respeto que personajes como Pedro Vargas Reyes de Tultitlán aspiren nuevamente a seguir en la política con el pésimo trabajo realizado, incluso a un Arturo Ugalde que es rechazado por los propios militantes de su partido, pero previendo cualquier situación prefirió darle la estafeta a su hija Denisse Ugalde quien de seguro pagará el mal actuar de su señor padre. También de Atizapán David Castañeda Delgado quien actualmente cuenta con varias denuncias ante el Ministerio Público y la PGR y no por su buen actuar, podríamos conocer la renuncia de Alejandro Castro para una diputación local, a Juan Manuel López Adán de Huehuetoca, y a muchos más que pretenden seguir en la política y vigentes.
Incluye también que diputados locales o federales pidan licencia para ocupar nuevamente las presidencias municipales y estaríamos viendo nuevamente en Nicolás Romero a Martín Sobreyra, a Marcos Márquez en Tepotzotlán, y a muchos otros que se sienten con la bendición de regresar a sus orígenes.
Así es la política y a lo que le apuestan los políticos, pero más cuando Enrique Peña Nieto está próximo a iniciar ya su campaña política y de seguro pretenden que el “efecto Peña” les resuelva sus problemas y ganen las elecciones. Eso es lo que se vive en este momento en el Estado de México, una efervescencia política esplendorosa, llena de sorpresas por los nombres de quienes pretenden estar vigentes en el actuar cotidiano de mantener un cargo público.
Mientras tanto los habitantes de la mayoría de las demarcaciones se hunden en la delincuencia donde según la estadística oficial, Ecatepec con 207 ejecuciones, Nezahualcóyotl con 162, Naucalpan con 77, Tultitlán con 69, Tlalnepantla con 57, Coacalco con 48, Cuautitlán Izcalli con 45 y Tecámac con 42, son los municipios con mayor incidencia en homicidios
En Cuautitlán Izcalli Alejandra del Moral, en Teoloyucan Roberto Licéaga, Roberto Ruiz Moronatti en Coacalco, Marco Antonio Calzada Arroyo por Tultitlán, Edgar Cesareo Navarro Sánchez de Nezahualcóyotl.
Así como José Sergio Manzur Quiroga, José Isidro Moreno Árcega, Cristina Ruiz Sandoval, incluso a Irazema González de Naucalpan, Aurora Denisse Ugalde Alegría de Tlalnepantla por mencionar algunos, mismos que realizaron ya su registro ante el Revolucionario Institucional.
Falta por definir si continuaran más alcaldes renunciando a sus cargos para registrarse como diputados locales, y en ese sentido sería ilógico y falto de respeto que personajes como Pedro Vargas Reyes de Tultitlán aspiren nuevamente a seguir en la política con el pésimo trabajo realizado, incluso a un Arturo Ugalde que es rechazado por los propios militantes de su partido, pero previendo cualquier situación prefirió darle la estafeta a su hija Denisse Ugalde quien de seguro pagará el mal actuar de su señor padre. También de Atizapán David Castañeda Delgado quien actualmente cuenta con varias denuncias ante el Ministerio Público y la PGR y no por su buen actuar, podríamos conocer la renuncia de Alejandro Castro para una diputación local, a Juan Manuel López Adán de Huehuetoca, y a muchos más que pretenden seguir en la política y vigentes.
Incluye también que diputados locales o federales pidan licencia para ocupar nuevamente las presidencias municipales y estaríamos viendo nuevamente en Nicolás Romero a Martín Sobreyra, a Marcos Márquez en Tepotzotlán, y a muchos otros que se sienten con la bendición de regresar a sus orígenes.
Así es la política y a lo que le apuestan los políticos, pero más cuando Enrique Peña Nieto está próximo a iniciar ya su campaña política y de seguro pretenden que el “efecto Peña” les resuelva sus problemas y ganen las elecciones. Eso es lo que se vive en este momento en el Estado de México, una efervescencia política esplendorosa, llena de sorpresas por los nombres de quienes pretenden estar vigentes en el actuar cotidiano de mantener un cargo público.
Mientras tanto los habitantes de la mayoría de las demarcaciones se hunden en la delincuencia donde según la estadística oficial, Ecatepec con 207 ejecuciones, Nezahualcóyotl con 162, Naucalpan con 77, Tultitlán con 69, Tlalnepantla con 57, Coacalco con 48, Cuautitlán Izcalli con 45 y Tecámac con 42, son los municipios con mayor incidencia en homicidios
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