LA NOSTALGIA VIAJA EN FERROCARRIL

*El Museo de los Ferrocarrileros, la desmatenlación de las vías ferroviarias y la privatización de Ferrocarilles Nacionales de México en tiempos de Carlos Salinas de Gortari.

 

Por Celso Domínguez Cura

 

MÉXICO, DF.- Desde que se entra al patio del Museo de los ferrocarrileros (Alberto Herrera s/n colonia Aragón la Villa), ya todo es nostalgia, el primer encuentro es con una gran locomotora de vapor, y los primeros datos nos dejan esa sensación del paso del tiempo.

 

Con su gran turbina y sobre la cabina una placa con la siguiente nomenclatura: Maquina de Vapor 67 F.CI G-D 23/20% AMERICAN. L.C. puesta en servicio en 1900 reparada talleres F. CI PUEBLA 5-31-57. En el mismo patio de la entrada unas vías sobre sus durmientes perfectamente acomodadas sobre balastro. Más adelante montones de durmientes y rieles.

 

Ahora tengo enfrente la locomotora 507 THE PAYLE-NATIONAL COMPANY CHICAGO, y de lastre un antiguo vagón amarillo de pasajeros. Al lado una trabajadora de limpieza mueve su escoba, pero al verme curioseando me pregunta, como para hacerme la platica, “¿Está bonita la máquina verdad señor?” y yo le digo que sí, pero en seguida agrega, “No, si viajar en tren era muy bonito, yo me acuerdo que ahí uno iba viendo el paisaje, no como en el camión, que bfuiiiiii se va bien rápido. No, en el tren todo era más bonito, fíjese que cuando íbamos en el tren, mi abuelo siempre nos regañaba porque todo queríamos y todo pedíamos. Que si gorditas, que si plátanos; todo, todo pedíamos, y no se crea que un kilo o dos, no, eran pencas de plátano enteras, porque eran más baratas. Y nos decía mi abuelo, ¡sííí pidan, pidan, como ustedes no gastan!, fíjese que hasta la gente podía echar trago, era, como le digo, muy, muy bonito, ¿qué cómo me llamo? Virginia Felipe Venancio, y tengo como seis meses trabajando aquí. No sabía nada de los trenes, ahora no le digo que se mucho, pero… bueno ya sólo los recuerdos quedan.”

 

Paso de la locomotora 507 y ahora ya estoy frente a “lo que fue la estación de La Villa construida en 1907 en un fragmento de terreno que formó parte de la Hacienda de Santa Ana de Aragón, ubicada entonces en la jurisdicción de la Guadalupe Hidalgo.

 

Y de donde partían los ferrocarriles de la Ciudad de México con rumbo a Veracruz. Se remodeló para albergar el Museo de los ferrocarrileros dependiente de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal que abrió sus puertas en 2006.

 

El techo del inmueble es una bóveda de piedra y hierro que se realizó utilizando rieles de ferrocarril; en el exterior sobresale su balaustrada de piedra. En sus tres salas se han montado exposiciones temporales que dan cuenta de la lucha y la labor realizada por los trabajadores ferrocarrileros a lo largo de varios lustros” pero en este mes hay una exposición que se llama Historia de la Villa de Guadalupe, y me llama la atención que una de las fotografías trata de la primera armadora de los carros Ford-T Sobre la calzada de Guadalupe donde se menciona que “Las plantas armadoras de automotores vino a influir enormemente en la política oficial de vías de comunicación, sobre todo a partir de la década de 1950, cuando se privilegió la construcción de carreteras y el uso de transporte automotor (autobuses de pasajeros, automóviles y camiones o tracto-camiones de carga) en demérito de los ferrocarriles.

 

En las zonas urbanas se promovió la utilización del automóvil y autobuses de pasajeros hasta lograr la extinción de los tranvías eléctricos”. Me dispongo a seguir con el recorrido cuando me informan que ya llegó el maestro Salvador Zarco Flores el director del museo.

 

Me dirijo a su oficina y efectivamente el aspecto de este hombre, que su último puesto en ferrocarriles fue de Mecánico Electricista de Locomotoras, es de un maestro universitario, con sus lentes, barba en candado, delgado y a la primera vista de aspecto amable, y no me equivoco; me recibe cordialmente y presto a contar la historia.

 

Y así la cuenta: “El Museo de los Ferrocarrileros se fundó el 1 de mayo del 2006, y es el único museo que tiene como finalidad documentar la historia del gremio”. Cuenta que “Conocí estos lugares desde los 6 años pues estudié en la escuela de la fundación Mier y Pesado, e iba desde la Villa hasta Coyoacán, y con el tiempo al darme cuenta de la destrucción del Centro Histórico de La Villa, estuve monitoreando la Estación de la Villa, pues todo se iba destruyendo como los acueductos del Tepeyac, y el del Salto del Agua.

 

Sí, la Ciudad de México tiene una historia negra de destrucción, así se fueron destruyendo las estaciones ferroviarias como la estación de El Mexicano que estaba en la delegación Cuauhtémoc y la del Ferrocarril Central que estaba donde está el edificio del PRI, Y donde está el monumento a la madre, era la estación del Ferrocarril Nacional y ahí fue donde llegó Madero en 1911, tan sólo por ese hecho histórico, se debería haber preservado”, asegura.

 

  “La estación de La Villa”, continúa mientras en el monitor de su computadora me va mostrando más imágenes, “Es la estación ferroviaria más antigua de la Ciudad de México, data de 1907, y como preámbulo a la desmantelación y privatización fue cerrada en 1990” y efectivamente el “Convenio de concertación de acciones para la modernización del sistema ferroviario mexicano, suscrito en l991 por el gobierno federal encabezado entonces por Carlos Salinas de Gortari, los Ferrocarriles Nacionales de México y los usuarios- tiene los siguientes objetivos: Mejorar el transporte de carga, aplicar una política tarifaria flexible en beneficio de la empresa y usuarios; impulsar la inversión privada en terminales multimodales en construcción y ampliación de infraestructura, reparación y mantenimiento de equipo rodante.

 

Resultados: 19 convenios especiales suscritos con usuarios e instituciones; 25 trenes unitarios más y el aumento de carga transportada (papel, refinados de Pemex y autopartes) se anuncia formalmente la privatización de la Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril (Concarrril). Huelga estallada por 1751 trabajadores sindicalizados al no firmarse el nuevo contrato colectivo. La empresa liquida a 1300 obreros en el curso del año”

 

“Y el gobierno le cumple todos los requisitos a los gringos- continua Salvador Zarco Flores; mientras desliza algunos documentos como buscando algo- entre ellos, no querían trenes de pasajeros, tampoco servicio de carga express y menos de carro entero, servicios que eran utilizados por pequeños empresarios, y se quitaron también los trenes locales, a los que llamábamos “polleros” que paraban en todas las estaciones y contribuían al comercio de las poblaciones; y es que la red ferroviaria estaba totalmente atrasada por falta de inversión de los gobiernos, pues no se invertía en doble vía, se trabajaba con libramientos y esto hacía que el trabajo fuera muy lento, pero los gringos tampoco invierten y como querían mayor rapidez para los trenes, quitaron todos los servicios que les estorbaban, como el tren de pasajeros...”

 

Después de unos segundos de silencio retoma el hilo de la platica “Cómo te decía, yo vivía en la San Felipe de Jesús y constantemente monitoreaba la estación, y cuando se hizo el acto de entrega, se hablaba de un comodato con la delegación Gustavo A. Madero, para centro comercial, que nunca se firmó … pero eso sólo era un centro de reunión para delincuentes, y fue hasta que llegaron los perredístas al poder que platicamos con ellos, pero ni Jesús Zambrano, ni Victor Quintana que es un dirigente campesino de Chihuahua, no entendían de lo que se trataba, son unos mediocres; unos caciques de pueblo, Joel Ortega, decide abrir un mercado, y luego con Francisco Chiguil, nada, pues no entendían que un monumento histórico se tendría que respetar en su totalidad, después con Víctor Flores y el problema del tal Ahumada, es que Andrés Manuel López Obrador nombra como delegada a Patricia Ruiz Anchondo y con ella se pudo hablar; de inmediato llamó a su secretaria agendó una cita y a la semana ya estaba viendo la estación con sus propios ojos… y al salir, dijo: “Cuenten con mi apoyo” y lo más importante fue que cumplió su palabra, después con Ferrocarriles Nacionales de México en Liquidación se vio lo de la compra, pues querían que se comparara hasta el terreno del mercado, se involucra también Raquel Sosa y con ella se acuerda que el museo pase a ser parte de la Secretaría de Cultura y no de la Delegación Gustavo A. Madero y quedó como parte del Patrimonio Mobiliario del Distrito Federal”, detalla.

 

De la propuesta ferroviaria de Enrique Peña Nieto, opina: “Son tres líneas de ferrocarril que propone Peña Nieto, la Primera es la Merida-Cancún la cual sería turística de día y de noche de carga, pero va más bien dirigida a capitales europeos, aunque es viable, no es lo que necesita el pueblo; la segunda es la del Tren Interurbano, Toluca-Ciudad de México, es viable porque la vía está abandonada y puede ser eléctrico y de doble vía.

 

Y la tercera que es la México- Querétaro, es la más complicada pues las empresas privadas no quieren los trenes de pasajeros, mira si en China en dos años construyeron 10 trenes de alta velocidad y doble vía, y si aquí no han podido ni siquiera hacer, como en el caso del petróleo, ni una refinería. ya quisiera ver que construyeran en el mismo tiempo esas tres líneas de ferrocarril…”.

 

Me despide obsequiándome el libro Mis experiencias y Decepciones en el Palacio Negro de Lecumberri de Demetrio Vallejo. Luego paso a una sala en la cual se exhibe un documental acerca de la historia de los ferrocarriles y en el que se dan testimonios, como el de que la primera línea del ferrocarril la inauguró Sebastián Lerdo de Tejada en 1873 y que iba de la Ciudad de México al puerto de Veracruz, que la primera locomotora que arrancó del Valle de México se llamaba la Guadalupana, que había un tren que le llamaban El pulquero, pues traían las “pericas” de pulque de Apizaco, Àpan Hidalgo, Actopan, Otumba y de otros lugares: y que el ferrocarril también servía de correo, que en 1937 Lázaro Cárdenas expropió los ferrocarriles y que en la fecha que se hizo el documental, mayo del 2007, se cumplieron 100 años de las estación de La Villa, ya al final una voz en off señala: “los servicios de pasajeros… se perdieron, lamentablemente fueron desmantelados sobreviviendo sólo los de carga… y en manos de extranjeros.”

 

FUENTES: Caminos de Hierro. Primera Edición. 1996. Ferrocarriles Nacionales de México, Sector Comunicaciones y Transportes. Página de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal. Entrevista con la señora Virginia Felipe Venancio, en el Museo de los Ferrocarrileros, Miércoles 26 de junio 2013. Entrevista con Salvador Zarco Flores, en el Museo de los Ferrocarrileros. Alberto Herrera s/n Col. Aragón La Villa, Delegación Gustavo A. Madero. Tels: 51 18-64 07y 51 18-64 09 Cel: 55-11 31-0779 Miércoles 26 de junio 2013. Documental, De México a La Villa en Ferrocarril.