Compartir significa privatizar

Por DEMETRIO GARRIDO TEJADA

 

Químico Biólogo Parasitólogo, egresado de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN

 

A lo largo de la historia se ha demostrado que los grupos de poder siempre han buscado beneficios personales, sin importarles el desarrollo de nuestro país, y mucho menos proteger nuestras riquezas naturales. En los últimos sexenios se ha venido permitiendo la participación de la iniciativa privada en PEMEX. En este sexenio no es la excepción, hace algunos días Enrique Peña Nieto presento su propuesta de reforma a los artículos 27 y 28 constitucionales.

 

A todas luces una reforma que va en contra de los logros obtenidos por la Revolución Mexicana y la expropiación petrolera realizado por el General Lázaro Cárdenas. Entorno a la propuesta se ha venido difundiendo una serie de mentiras por parte del gobierno federal, para convencer al pueblo de México sobre la supuesta necesidad de aprobar la iniciativa energética, según para obtener más ganancias para los mexicanos, cuando lo que en realidad se busca es poder privatizar el sector energético.

 

Se ha señalado en los diferentes medios electrónicos y escritos que sí no hay inversión privada, PEMEX no avanzará, pues según esto; ha habido una disminución de la extracción del crudo con respecto a los años anteriores, carece de tecnología y no tiene recursos económicos. Lo cual no son más que mentiras.

 

En un año se consume los combustibles fósiles que la naturaleza le costó un millón de años generar como depósito geológico, por ello se es considerado como un recurso no renovable. El uso irracional del petróleo, genera una gran cantidad de contaminantes como; óxidos de azufre y de nitrógeno, benceno, metales pesados, tolueno, etcétera, pero sobre todo emite una gran cantidad de bióxido de carbono, que es el agente químico responsable del efecto invernadero y el cambio climático.

 

No hay razón para extraer más, pues ya se extrae aproximadamente 2.5 millones de barriles diariamente, 700 mil barriles más de lo que demanda el consumo interno, de hacer lo contario, contaminaremos más al medio ambiente, así como también se pone en peligro la disponibilidad de este recurso para las futuras generaciones.

 

Si México no tiene otras formas de energías alternativas, cuando se agote este recurso natural, ¿cómo se echará a andar el motor de nuestro país?, por otro lado, la investigación científica y tecnológica no es tema de análisis en este momento, sin embargo cabe señalar que no se ha invertido en este área, para desarrollar otras formas de obtener energía, al contrario hay disminución del presupuesto que se asigna a las universidades.

 

Señalar que PEMEX no tiene recursos económicos, es como considerar que el medio ambiente carece de oxígeno. Como he indicado en las líneas anteriores, se extrae aproximadamente 2.5 millones de barriles diariamente, y cada barril tiene un precio cercano a $ 100 dólares (DPB), de tal manera que solo por dar un ejemplo, en 2012 se obtuvo un ingreso neto cerca de $ 80,000 mdd. Con estos recursos económicos bien se puede adquirir la tecnología necesaria para PEMEX, sin depender de empresas transnacionales.

 

Solo como otro dato de referencia, construir una refinería cuesta cerca de $ 10,000 mdd. ¿A caso PEMEX no tiene dinero? Sí lo tiene, pero aun así el objetivo es entregar a como dé lugar, parte de la utilidad obtenida en la cadena productiva a la iniciativa privada.

 

Como se verá, todo indica que el interés del grupo en poder es privatizar la renta petrolera, mañosamente han indicado que no van a privatizar un solo tornillo, pero si las ganancias. Para mayor referencia, en el compromiso no. 57 del Pacto por México dice: “Competencia en los procesos de refinación, petroquímica y transporte de hidrocarburos. Se realizarán las reformas necesarias para crear un entorno de competencia en los procesos económicos de refinación, petroquímica y transporte de hidrocarburos, sin privatizar las instalaciones de PEMEX”.

 

Pues claro, ¿qué empresa va a querer comprar las instalaciones (son solo metales oxidados, pues hasta en eso han sido incapaces de darle mantenimiento)? Lo que en verdad les interesa es la utilidad que se obtiene por la venta de los barriles de petróleo.

 

En el bombardeo de publicidad se ha repetido en múltiples ocasiones, que disminuirá el costo de la energía eléctrica y la gasolina. En la historia, las privatizaciones nos han mostrado todo lo contrario, no solo en otros países, sino en México. Por ello señalar que al aceptar la inversión privada, habrá beneficio mutuo entre las empresas transnacionales y el pueblo de México, algo así como una simbiosis entre los microorganismos para su sobrevivencia, cuando en realidad estas empresas serán como los fagos (parasitismo), van a devorar todo; yacimientos, renta petrolera, etcétera.

 

El pueblo de México poco a poco se quedará sin combustibles fósiles, sin beneficios, por el contario el precio de todos los productos derivados o no del petróleo y servicios aumentará. Por ello bajo ninguna circunstancia se pueden modificar los artículos constitucionales, pues como lo he señalado, lo que en el fondo buscan los promotores de la reforma antinacionalista, es entregar la ganancia derivada de la cadena productiva de PEMEX a particulares, eso significa privatizar, aún sin entregar una sola tuerca.

 

De reformarse la Constitución, se perderá toda posibilidad de que haya progreso en nuestro país, pues sin petróleo no habrá palanca de desarrollo. Ante la adversidad que se avecina, todos los mexicanos debemos de actuar como los linfocitos, como anticuerpos, debemos de ser el sistema inmunológico de PEMEX.

 

¡No a la privatización!