ENDEUDAMIENTO Y DESEMLEO.

Por Celso Domínguez Cura.

 

Hace unos días recordando mi clases de economía, me vinieron a la mente dos conceptos que me parece son de los más importantes dentro de la economía keynesiana y en los cuales se habla de la propensión al ahorro y al pleno empleo.

 

Es decir, poner como una cuestión fundamental la preferencia y el acento en tender a que la mayor parte de la población económicamente activa o, mejor dicho que las personas que estén en plena posibilidad de trabajar, cuenten con un empleo. Pues más o menos lo que yo entendí en ese entonces, salvo que algún economista nos lo aclare, es que el hecho de que la gente tenga un trabajo hace que, por un lado se relajen las tensiones sociales, y por el otro, que al tener dinero se active el mercado interno.

 

Pero así mismo, sólo si la gente cuenta con un empleo, que tenga un salario digno para satisfacer sus necesidades primarias, como alimento, vestido, educación, salud y recreación; sólo así, puede tener un excedente dentro de la economía familiar, y entonces sí habrá una tendencia al ahorro. Pero tal parece que lo que se hace, es mantener testarudamente un modelo, el actual, que ya ha demostrado su ineficacia para mejorar la economía de los hogares.

 

En lugar de que haya una tendencia hacia el empleo, más bien es lo contrario, y en lugar de que haya una tendencia al ahorro, más bien es al endeudamiento. Se siguen manteniendo los topes salariales que no pasan del cuatro porciento.

 

Pero los precios de los alimentos y de servicios como la telefonía, la energía eléctrica o el precio de los combustibles, son de los más caros del mundo. Se van suprimiendo paulatinamente, y en complicidad con los sindicatos, las conquistas y prestaciones sociales, a la par que las jornadas de trabajo (quien lo tiene) se van alargando, sin que nadie diga nada. Y todo lo quieren resolver con paliativos como cruzadas contra el hambre, o el seguro popular, pero se sigue manteniendo el actual modelo económico.

 

¿Pero porque no hacemos nada? A menudo nos preguntamos. Podría haber muchas respuestas. Para algunos analistas, lo que detiene a la gente es el terror, terror de perder lo poco que tiene, de quedarse absolutamente en la indefensión, de perder fundamentalmente el trabajo, y por tal razón admite todo, los recortes, salarios bajos, todo; es más, está tan decepcionada de la clase política, que ya no clama por el respeto a sus derechos, ya no los defiende, ahora más bien clama porque la exploten. Lo que quieren las personas es un empleo sin importar en que condiciones. Por lo que se ve, de lo que se trata es de estirar la cuerda hasta donde se reviente, la cuestión es si estamos preparados para eso. Así como antes era una cuestión de explotación de los recursos al mero estilo colonial, ahora se trata exactamente de lo mismo.

 

Pues extraen las materias primas como el oro, la plata, ahora van por el tan anhelado petróleo, y así, como han exprimido hasta vaciar todos los recursos, vaciarán hasta lo último la sangre y el aliento de la gente. No les interesa el bienestar, les interesa el saqueo. Todo es una cuestión abstracta de dinero que no se ve y de trabajos que no existen.

 

De especulación. Indudablemente que hay a quienes todo esto les conviene. El documental de Pino Solanas “Memoria del Saqueo”, (que habla del caso de Argentina país en el cual se aplicaron a pies juntillas todas las recetas de Fondo Monetario Internacional y el consenso de Washington. Que no son otras que lo que se está aplicando en nuestro país, de despidos, desempleo y privatizaciones).

 

Se habla de una MAFIOCRACIA, de una pandilla de ladrones (rufianes les ha llamado López Obrador) tecnócratas que coludidos son los artífices de los saqueos. Y son fácilmente identificables, son los dueños de los medios de comunicación, periódicos, revistas y fundamentalmente de los medios electrónicos como la radio y la televisión. Son los grandes empresarios que no pagan impuestos, son la clase política (Con algunas excepciones), los dirigentes sindicales, el clero y el narcotráfico.

 

Todos ellos son los responsables y a los únicos que les ha ido bien con el actual modelo económico, si es que así se le puede llamar a esta estrategia de robo y de saqueo de nuestras economías. Ya lo ha dicho Vivian Forrester, indudablemente que hay quienes se están haciendo inmensamente ricos con la deuda y el desempleo de la gente. Si el desempleo genera ganancias, a los desempleados les deberían dar su parte. Esto es, por decirlo con cierto humor negro… si el que yo no tenga empleo hace que otros se hagan ricos, cuando menos deberíamos de ser socios ¿no?

 

Creo que la clase política, sobre todo la que se dice de izquierda, tiene una gran responsabilidad. Pues como lo dije en una entrega de hace unos meses. Lo menos que deberían hacer es traducir a lenguaje llano lo qué significan palabras como Reformas Estructurales, Flexibilidad Laboral, Modernización Energética, Elasticidad y Salarios Competitivos en lugar de hacerlo hablan con el mismo lenguaje que se habla desde el poder. Lenguajes técnicos, fríos; pero que a la gente no le dicen absolutamente nada. Aunque tal vez, por eso no lo dicen, pues en eso también reside el ejercicio del poder; en que las palabras no se entiendan, así nada se tiene que explicar y se notan menos las traiciones.